Y a mediodía en la Sala Clementina, el Santo Padre recibió en audiencia, para las tradicionales felicitaciones por el inicio del año, al personal del Vaticano que trabaja en la floreria apostólica junto con sus familiares.

El Santo Padre, que en estos primeros meses de pontificado ha tenido una gran actividad pública, se ha dado cuenta -dijo- del precioso trabajo que realizan principalmente en la preparación logística de las audiencias y las celebraciones litúrgicas en la Basílica Vaticana, en la Plaza de San Pedro, en el Aula Pablo VI, en el Palacio Apostólico y en las otras basílicas papales.

“La organización de los ambientes para los diversos encuentros del Papa con los peregrinos, así como para las diferentes actividades de la Santa Sede, es un elemento indispensable, para obtener locales cálidos, acogedores y funcionales”, ha señalado el Pontífice.

Una actividad, la de la floreria, que también incluye el mantenimiento de los apartamentos vaticanos y “requiere un espíritu de sacrificio y mucha paciencia”, ha dicho el Papa: “pienso, por ejemplo, en la operación de disponer cada semana miles de sillas para los peregrinos que acuden a las audiencias generales.

Francisco les dio las gracias por su “profesionalidad y la disposición con que llevan a cabo su trabajo”. Y les animó “a perseverar en la fidelidad a sus obligaciones en un clima de paz, confianza mutua y buena voluntad. Un estilo de vida que redundará -dijo- en beneficio de toda la comunidad que trabaja en el Vaticano”.