Es un regalo del cielo para el pueblo de Argentina y de tantos otros países que comparten esta antigua devoción al Cristo Crucificado y a la Virgen Inmaculada del Milagro, que se encuentran en la Catedral de Salta, destaca el vicario cooperador del santuario, Padre Marcelo Singh, en una entrevista realizada por el jesuita Guillermo Ortiz. Allí peregrinó también, con los novicios, el Padre Jorge Mario Bergoglio, siendo provincial de los jesuitas argentinos. Y cada año llegan miles y miles de peregrinos, algunos tras cuatro días de peregrinación a pie, otros en bicicleta y caballo, por geografías complejas. La celebración culmina el 15 de septiembre y se caracteriza por la multitudinaria participación y religiosidad popular, no sólo de los salteños, que anhelan encontrarse con el Señor y la Virgen, en un encuentro que cambia la vida. Así como también es importante el tiempo de preparación, con la confesión, para la reconciliación y sanación.