Son más de dos millones y medio los refugiados de la zona kurda de Iraq, que han tenido que huir de sus casas al ser invadidos por el ejército del Estado Islámico, y allí, con ellos y enviados para llevar la solidaridad del Santo Padre, estuvieron en misión representantes de diferentes ONGs cristianas con el Pontificio Consejo del Cor Unum, quien se ocupa, entre otras, de la organización de las agencias de ayuda. Así lo explica Mons. Segundo Tejado, subsecretario de este dicasterio, en entrevista con Roberto Piermarini de Radio Vaticano.

“La Iglesia católica tiene sus brazos, que son Cáritas, Manos Unidas, el Servicio a los Refugiados de los Jesuitas… hemos estado en Iraq con ellos, nos han dado su testimonio de entrega y hemos conocido sus problemas”, asegura el monseñor español, quien hace también un llamamiento a la solidaridad ya que una de las principales dificultades con la que se encuentran allí las organizaciones de ayuda es la falta de fondos.

Ante las pregunta del periodista de cómo ha vivido personalmente esta experiencia de estar con los refugiados, Mons. Segundo Tejado asegura que le ha recordado a cuando él vivió en Albania durante la guerra del Kósovo, “llegaban familias completas en tractores, aquella también fue una guerra de desplazados”. Pero a pesar del drama, asegura Mons. Tejado “los niños siempre dan alegría en sus ojos”. Y así recuerda también la figura de San José y la Virgen María cuando salieron de Nazaret dejando todo atrás.

Finalmente añade que tuvieron la posibilidad de celebrar el Domingo de Ramos allí, “es una Iglesia viva”. Además asegura que los refugiados esperaban emocionados al cardenal Filoni, prefecto de la Congragación para la Evangelización de los pueblos, quien actualmente se encuentra ya allí.