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[:en]Everyone against violence[:es]Todos contra la violencia[:]

[:en]The CNBB General Secretary, Don Fernando Steiner, talks about the theme of the Campaign for Fraternity [:es]El secretario general de la CNBB Dom Fernando Steiner, habla sobre el tema de la Campaña de la Fraternidad [:]

[:en]The choice of Campaign for Fraternity’s themes is an expression of the broad participation of communities in Church’s evangelization projects throughout Brazil. According to the General Secretary of the National Confederation of Bishops of Brazil (CNBB), Don Fernando Steiner, during the period of evaluation of a campaign, all the dioceses of Brazil raise new issues that families and communities consider relevant to be discussed. It is worth remembering that the Campaign for Fraternity is embodied in the living experience of the spirituality of Lent. Thus, an urgent theme regarding social issues is always discussed, without ignoring the personal encounter with Jesus Christ and His Church. This year, the proposed theme  focus on discussing the overcoming of violence.

Why “Fraternity and Overcoming of Violence” was taken as theme for the 2018 Campaign for Fraternity?

 Such theme was chosen to step further and reflect not only about violence, but also about overcoming. We have many data, are aware of all different kinds of violence and suffer from it.  In fact, the theme of the Campaign for Fraternity this year is not only, the violence itself but also overcoming it.

What is the Church’s goal on working with this theme?

Unfortunately, the reality of violence is already present in the lives of our families. We need to remember that, at the beginning, there was no division, disaffection, and violence. On the contrary, there was receptivity, reverence and a fraternal belonging sense. The violence starts from forgetting our origins, of the vocation of every human being that is the experience of love in real life. I believe that forgetting the commandment of love, which is extremely clear in the Gospel, and ethics that derives from this commandment awakens the violence. The Church’s proposal, therefore, is that we could overcome such woe by returning to our roots, to reconciliation and mercy.

How a Christian should act in the face of  the persistent violence that we have been seeing?

There are two important recommendations in the basic text, which can guide us in the face of violence. The first one: “violence will not be overcome with actions that ignore the complexity of the problem. It is necessary to consider it in scope, with the multiplicity of those which operate in the area. Above all, it is essential to understand that the violence is not a matter which only the police and the law are in charge. On the contrary, it is a social issue that requires attention and participation of the entire society”. The second recommendation is the following:”“in this Campaign for Fraternity, we wish to reflect the reality of violence, pray for all who suffer from it, and combine efforts of community to overcome it. Let’s take a look at the directions and the conflicts that, for decades, have dominated security public policies”.

The Campaign for Fraternity is the proposal within the Time of Lent. Therefore, how should the faithful  experience this period?

Lent is a path to Easter and, during this time, we are called to a greater openness to the grace of divine sonship. Among this year campaign support material which is aimed to community, the exercises of Lent deserve special mention. Fasting: emptying, dispossession, liberation. For we are all one in Christ (Gal 3,28) and Christ is formed in us (Gal 4,19). Fasting opens the person to the receptivity, to the freedom of life in Christ. Alms: life and faith shared. Almsgiving comes from the joy of having found the hidden treasure and the pearl of great price (Mt 13,44-46). The love, the mercy, search each other. Sharing is a necesseity and brings us closer to brotherhood. Prayer: touched by the gift of the proclamation, full of the valuable experience of the lovely and merciful care of God in Jesus Christ. We need words and silence to thank and beg.[:es]El proceso de elección de los temas de la Campaña de la Fraternidad, es una expresión de la amplia participación de las comunidades en los proyectos de evangelización de la Iglesia en todo Brasil. Según el secretario general de la Confederación Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) Dom Fernando Steiner, anualmente, en el período de evaluación de una campaña, todas las diócesis de Brasil levantan nuevos temas que las familias y comunidades consideran relevantes para ser abordados. Vale la pena recordar también que la Campaña de la Fraternidad se integra en la vivencia de la espiritualidad de la Cuaresma. Así, siempre es colocado en debate un tema urgente de la realidad social, sin dejar de lado el encuentro personal con Jesucristo y a su Iglesia. Este año, el tema propone la discusión sobre la superación de la violencia.

¿Por qué la elección del tema “Fraternidad y Superación de la Violencia” para la Campaña de la Fraternidad de este año?

El tema fue elegido para que se dé un paso adelante y se reflexione no sólo sobre la violencia, también sobre su superación. Conocemos muchos datos, sabemos de las diversas modalidades de expresión de la violencia, y sobre todo, sufrimos sus efectos. En realidad, el tema de la Campaña de la Fraternidad de este año no es, una vez más, la violencia y sí la superación de ella.

¿Cuál es la propuesta de la Iglesia al trabajar tal tema?

Por desgracia, la realidad de la violencia ya está presente en la vida de nuestras familias. Debemos recordar que en el inicio de todo, por parte de nuestro Padre no había división, desamor, violencia, pero si acogida, reverencia, y pertenencia fraterna. La violencia nace de olvidar los orígenes de la vocación de todo ser humano, que es la experiencia vivencial del amor. Creo que el olvido del mandamiento del amor tan claro en el Evangelio y de la ética que se deriva de este mandamiento, despierta la violencia. Lo que la Iglesia propone por lo tanto, es que descarríos de este mal, pueden ser superados con la vuelta a los orígenes, con la reconciliación y la misericordia.

¿Cómo el cristiano debe actuar frente a la violencia recurrente que estamos enfrentando?

Hay dos recomendaciones importantes en el Texto Base, las cuales nos pueden orientar en la acción frente a la violencia. La primera: “la violencia no será superada con medidas que pasan por alto la complejidad del problema. Es preciso considerarlo en su alcance, con la multiplicidad de los operadores que actúan en el área. Sobre todo, es indispensable comprender que la violencia no es un caso solo reservado al tratamiento de policía, a la ley, pero es una cuestión social que requiere la atención y la participación de toda la sociedad para ser enfrentada”. La segunda recomendación es la siguiente: “en esta Campaña de la Fraternidad, deseamos reflejar la realidad de la violencia, rezar por todos los que sufren de violencia y unir las fuerzas de la comunidad para superarla. Vamos a mirar también los rumbos y los callejones sin salida, que desde hace décadas vienen dominando las políticas públicas de seguridad”.

La Campaña de la Fraternidad es la propuesta dentro del Tiempo Cuaresmal. Siendo así, ¿Cómo el fiel debe experimentar este período?

La Cuaresma es un camino para la Pascua, y durante este tiempo estamos llamados a una mayor apertura a la gracia de la filiación divina. Nosotros presentamos una mención a los ejercicios de la Cuaresma en el material de apoyo para las comunidades, en la realización de la Campaña de Fraternidad de este año. Ayuno: vaciado, expropiación, liberación. Todo para que seamos uno solo en Cristo (Gl 3,28) y Cristo sea formado en nosotros (Gl 4,19). El ayuno abre a la persona para la receptividad, para la libertad de la vida en Cristo. Limosna: vida y fe compartida. La limosna nace de la alegría de haber encontrado el tesoro escondido, la perla preciosa (Mt 13,44-46). El amor, la misericordia busca el otro. Tener necesidad de compartir y aproximarnos a la hermandad. Oración: tocados por el don del anuncio, apercibidos de la valiosa experiencia del cuidado amoroso y misericordioso de Dios en Jesucristo, necesitamos de palabras y silencio para agradecer y suplicar.[:]


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